EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

jueves, 7 de noviembre de 2013

HOY REFLEXIONAMOS...

ALEJANDRO MAGNO


Alejandro III de Macedonia, más conocido como Magno, nació en Pella hijo de Filipo y Olimpia, fue rey de Macedonia y conquistó el Imperio Persa llegando hasta el río Indo, después de unificar todas las polis griegas. Sigue siendo considerado como uno de los líderes militares, políticos y sociales más importantes  e influyentes de toda la Historia humana.
Cuando se encontraba al borde la muerte, a los 33 años, convocó a sus generales y les comunicó tres últimos deseos:

1.- Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.
2.- Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas,...) fueran esparcidas por el camino hacia su tumba.
3.- Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd y a la vista de todos.

Ante tan insólitas peticiones, sus generales no pudieron por menos que preguntar las razones de ello, a lo que el gran Alejandro respondió:

1.- Quiero que los más eminentes médicos carguen con mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2.- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos vean que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3.- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.

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