EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

viernes, 27 de diciembre de 2013

HOY REFLEXIONAMOS...

¿ZANAHORIAS, HUEVO O CAFÉ?


Una hija se quejaba con su padre acerca de la vida y de cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía que hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó  a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas de agua y las calentó con un fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo; en una colocó unas zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaba haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las puso en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente coló el café y lo puso en un tercer recipiente.
Mirando a su hija pregunto: "Querida, ¿qué ves?"
- "Zanahorias, huevos y café"; fue la respuesta.
Le pidió acercarse y que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego pidió que tomara un huevo y  lo rompiera.Luego se quitar la cáscara observó el huevo duro. Finalmente le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de un rico aroma.
Humildemente, su hija le preguntó: "¿Qué significa esto padre?"
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado de forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.Los granos de café, sin embargo, eran únicos, después de estar en el agua hirviendo habían cambiado al agua.
"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte, pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón moldeable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, de una separación o un despido, ¿te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y corazón endurecido?
¿O eres como el grano de café? El café cambia ala agua hirviendo, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas de tu alrededor mejoren.
Y tú, ¿cuál eres de los tres?

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