EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

miércoles, 22 de enero de 2014

HOY...

RESPETO

Respetar las opiniones del otro es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto piensan y actúan de modo diferente. Para una buena convivencia con todos necesitas comprensión: "comprender es una palabra viva y la carne de esa palabra es amor”.  Reflexiona, pues, con amor y comprenderás mejor a los diferentes.

Un día que Voltaire, pensador y filósofo francés, se paseaba por las calles de Londres, se vio de pronto rodeado de varias personas que, al reconocerlo, comenzaron a vociferar: — ¡Colgad a este francés! ¡Matadlo! Sin prestar atención a los insultos de ese público hostil, Voltaire siguió caminando tranquilo, saludando ceremoniosamente con ligeras inclinaciones de cabeza. Luego, encarándose con la muchedumbre, exclamó en voz alta: — Vosotros me queréis matar porque soy francés; pero, respondedme: ¿acaso no es castigo bastante grande no ser inglés? La multitud aplaudió al astuto filósofo y lo acompañó hasta su domicilio entre vítores y aclamaciones.

Las piedras de los cerros caen al lecho de los torrentes y allí rozándose entre sí, pulen sus aristas, se suavizan y se vuelven brillantes. La convivencia cotidiana nos ayuda a madurar y pulirnos. Es un taller donde se forma la personalidad y se arraigan virtudes fundamentales, como la paciencia, la humildad y la bondad.

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