EL FONDO DEL POZO
Hay momentos, en nuestras vidas, en los cuales perdemos todo.
Puede que sea la quiebra de nuestra empresa, el empleo de muchos años, puede
ser un divorcio, puede ser un cambio en la economía, puede ser una guerra,
puede ser un crimen, puede ser una muerte.
Por más brillante y rica que sea una persona, se encontrará en
el fondo del pozo en algún momento de su vida, pero el ideal, es que tales
momentos sean puntuales y raros. Y lo serán, si nos preparamos para salir de
ellos, antes de que sucedan. No tengas miedo de esos momentos, pues van a
ocurrir de cualquier forma. Son esa parte de la existencia sobre la cual no
tenemos control. Por eso es mejor desde ya, tener en mente un pensamiento que
nos va a ayudar mucho: "La ventaja, de estar en el fondo del pozo, es que
cualquier movimiento nos lleva hacia arriba."
Esos momentos pueden causarnos pánico y recelo sobre el futuro.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas hemos sido enseñadas a sufrir
por el dolor del fracaso, pero no sobre cómo usar lo aprendido de esos fracasos
para construir los nuevos caminos con dirección a la victoria; aprendemos sobre
las lágrimas de la amargura, pero no sobre cómo usar esas lágrimas para
volvernos mejores personas, día tras día; nos dijeron sobre la soledad de la
pérdida, sin jamás acordarse de la importancia de que, cuando estemos solos,
nos detengamos para reflexionar sobre lo que debemos cambiar, para que las
pérdidas no se repitan.
Verdaderamente, escuelas, facultades y gran parte de nuestra
sociedad nos enseñan que el fracaso, la pérdida y la falla son cosas horribles,
lo que muchas veces es cierto, pero casi nunca nos enseñan lo que tenemos que
hacer para salir del fondo del pozo.
Por más dolor que sientas, todo eso por lo cual estás pasando es
una dolorosa percepción. Una evaluación de la realidad con base en el
desastre. Tu dolor es muy real, pero es necesario comprender que el dolor
necesita ser contenido, para que podamos pensar y actuar, para colocar nuestra
vida en el carril nuevamente. Por eso, cuando estés caído en el fondo del pozo,
descansa un poco y mira a tu alrededor. Duerme, si es preciso. Llora, si es
preciso. Pero, después de algún tiempo, sal de allí. No verás nada; por algunos
momentos, estará oscuro y te sentirás perdido. Eso es natural. Pero, vamos a
buscar lo que también es natural: es natural que tú, habiendo tropezado con uno
de los puntos bajos de tu vida, solamente necesites hacer un movimiento y ya
estarás más próximo de la salida.
No te preocupes en olvidar el dolor, pues él es parte de ti. Son
las cicatrices las que te vuelven una persona más completa, más rica
internamente, más viva. Puede ser que tardes y que tengas que
"resbalar" mucho, pero echarle la culpa a una persona o situación
(aunque sean culpables) no va a sacarte a ti, o a tus sueños, del fondo del
pozo. Solamente la acción puede generar resultados.
Acuérdate de que la ventaja de estar en el fondo del pozo, es
que cualquier movimiento nos lleva hacia arriba. Busca la salida, levántate y
recomienza el camino. Mientras más pronto, mejor.
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