EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

sábado, 29 de noviembre de 2014

HOY...

FRANCISCO EN EL PARLAMENTO DE  ESTRASBURGO (I)



Los dos discursos del Papa Francisco en el pleno del Parlamento Europeo y el Consejo de Europa del 24 de noviembre 2014 están cargados de ideas profundas que podrían ayudar a políticos, economistas, empresarios y servidores públicos en todo el mundo.  

Las palabras del Papa pueden ser un legado también para padres y madres de familia en cuanto líderes de sus propios hogares ante un mundo cada vez más “interconectado y global”, parafraseando al pontífice. Se necesita de un líder para levantar del suelo a otro. 

El liderazgo de hoy está enfermo de egolatría, famélico de poder y borracho de egoísmo. Así proponemos 10 lecciones sacadas de los mensajes de Papa Francisco en Estrasburgo. Esta no es una receta de liderazgo, es un ejercicio para sacar algunas lecciones, porque, como enseña el Pontífice, hay que dejarse guiar por Dios con la mente abierta y dejar que nos sorprenda. 

1. Realismo. El Papa Francisco demostró que un líder es realista y esto significa que en el respeto al prójimo y a la creación existe una conexión a las cosas concretas de todos los días. Es decir, que la vida no debe girar en torno a la economía sino a la dignidad de la persona. 

Respetar la vida y el medio ambiente “no significa sólo limitarse a evitar estropearlo”, sino que “junto a una ecología ambiental, se necesita una ecología humana, hecha del respeto de la persona”.

2. Servicio. El Papa Francisco dio una lección de liderazgo como servicio a los demás y no como instrumento de poder. 

“A ustedes, legisladores, les corresponde la tarea de custodiar y hacer crecer la identidad” de modo que los “ciudadanos encuentren de nuevo la confianza en las instituciones”. 

“Sabiendo que cuanto más se acrecienta el poder del hombre, más amplia es su responsabilidad individual y colectiva.

3. Buscar el bien común. El derecho individual debe asociarse al deber hacia los demás. El Papa Francisco enseña que los “derechos del individuo” están unidos al “contexto social”, en el cual también hay “deberes” conectados “al bien común de la sociedad misma”. 

El problema comienza cuando los derechos de los individuos no se armonizan con un “bien más grande”. Esto sucede al hombre que ostenta derechos ilimitados sobre la mujer hasta el punto del maltrato, o al empleador que explota al trabajador o al político que abusa de su cargo. 

4. Ser motivador. El primer pontífice no europeo después de doce siglos habló de “esperanza” y de aliento” a una realidad (como la europea) un “poco envejecida y reducida”. Esto también es una invitación a salir del sopor de la crisis de ideas y a tener mayor confianza en el futuro. 

El Papa, hablando de la Europa en crisis, afirma que es el momento de abandonar el temor y dejar de estar replegados en nosotros mismos. Hay que ser protagonistas del cambio, confiar en los valores y sobre todo en la fe para salir de cualquier crisis. 

5. Credibilidad y autoridad. El Pontífice se ganó a la platea con su credibilidad de hombre humilde y coherente: hace lo que dice. 

La credibilidad del Papa es evidente en las palabras de Martín Schulz anticipando el evento: “La presencia en Estrasburgo de Francisco, el Papa que llega del otro lado del mundo, puede servir para sacudir a la Unión del preocupante sentido de desorientación”. 

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