El perdón unifica la familia
1)
Para saber
Una
de las causas de mayor conflicto entre los esposos, incluso llegando a
propiciar querer el divorcio, es la falta de perdón entre los cónyuges. Cada
uno espera que sea el otro quien pida perdón, espera que sea el otro cónyuge
quien dé el primer paso y reconozca su culpa. A veces también se da que,
incluso, aún en el caso de que uno pida perdón, no se lo concedan: “Cuántas
familias divididas por no perdonarse: ¡cuántas familias! Hijos alejados de sus
padres, marido y mujer alejados… es tan importante pensar en esto: si yo no
perdono no tengo, parece que no tengo derecho ‑parece‑
de ser perdonado o no he entendido qué cosa significa que el Señor me haya
perdonado”, indicó el Papa Francisco.
Luego
señaló que todos los cristianos deberían saber perdonar “siempre”. Recordó que
Jesús invita a hacerlo “siete veces en un día” si quien nos ha hecho una falta
nos los pide arrepentido. Perdonar incluso “setenta veces siete”, significando
que ha de ser siempre. Jesús quiere “hacernos entender la importancia del
perdón”, porque un cristiano que no es capaz de perdonar, no es cristiano. Hay
que aprender a pedir perdón y a saber darlo siempre.
2)
Para pensar
En
una ocasión presentaron en la televisión a un palestino, cuyos hijos habían
muerto "accidentalmente" durante un ataque israelí, y que ahora
inauguraba una fundación para promover el entendimiento entre árabes e
israelíes.
Le
preguntaron por qué colaboraba y respondió: "Precisamente porque mis hijos
están muertos. Ya no tengo ninguna responsabilidad hacia ellos, sino hacia los
que viven. Quiero asegurarme de que esto no vuelva a ocurrir. Quiero predicar
con el amor y no con el odio".
3)
Para vivir
El
Papa Francisco nos recuerda que “debemos perdonar, porque somos perdonados.
Y esto está en el Padre Nuestro: Jesús nos lo ha enseñado ahí. Y esto no se
entiende en la lógica humana que te lleva a no perdonar, a la venganza; te
lleva al odio, a la división”.
Por
eso los discípulos le pidieron al Señor: ‘Auméntanos la fe’. Y es que solamente
con la luz de la fe podemos hacerlo: “De la fe en un Padre misericordioso,
de un Hijo que ha dado su vida por nosotros, de un Espíritu que está dentro de
nosotros y nos ayuda a crecer, la fe en la Iglesia, la fe en el pueblo de Dios,
bautizado, santo. Y esto es un don, la fe es un regalo. Ninguno con los libros,
asistiendo a conferencias, puede tener la fe. La fe es un regalo de Dios que te
dan y por esto los apóstoles pedían a Jesús: "Auméntanos la fe", concluyó.
‑Dime, hijo: ¿cómo has correspondido? ¿cómo correspondes?”
Al
igual que los apóstoles, habría que incluir en nuestras oraciones diarias una
petición para que el Señor aumente nuestra fe.
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