EL ANILLO
El valor de cada anillo depende del amor que une a los esposos.
Esta anécdota ocurrió en el año 1987, en la zona centro de
México. Dos esposos viajaban de regreso a casa. En la carretera, se reventó una
llanta y hubo que cambiarla, entre los nervios y las prisas de las
circunstancias.
La esposa escuchó un ruido metálico, pero no le dio mayor
importancia. Cuando la nueva llanta estaba en su sitio, el coche se puso
nuevamente en camino.
Tras llegar a Morelia (Michoacán), el esposo descubrió que le
faltaba el anillo de bodas
Ella no tuvo la menor duda: ¡A buscar el anillo! Amaneció el
nuevo día, y los esposos recorrieron 400 kilómetros de carretera hasta llegar
al lugar del accidente.
Allí cerca había una escuela. Una persona del lugar les aconsejó
que desistieran: seguramente alguno de los muchos niños que pasaban por allí
habría visto el anillo y lo habría tomado.
Los esposos no se resignaron. Gracias a la buena memoria de la
esposa, por fin encontraron el anillo. Un anillo que valía mucho, porque esos
esposos, que en aquel entonces llevaban 15 años de casados, lo veían como
símbolo de un amor llamado a madurar cada día un poco más.
Desde entonces han pasado casi 20 años. Pero el anillo sigue
allí, entre las manos de esos esposos, como señal de un amor bello y fiel.
En una obrita publicada en 1960, “El taller del orfebre”, Karol
Wojtyla habló de la belleza del amor esponsal precisamente a través del anillo.
Uno de los protagonistas, el orfebre que vendía anillos a las parejas, era
capaz de descubrir el peso y el valor de cada anillo: el mismo valor del amor
que reinaba en cada pareja que entraba a su taller.
Vale la pena recorrer 400 kilómetros para buscar algo que es
mucho más que un símbolo. Porque el anillo, para los esposos, indica un
proyecto y una aventura, un amor que une y que crece con el paso de los años.
Por eso, su presencia en la mano, su brillo continuo y sereno, dice mucho.
Especialmente si hay corazones enamorados y frescos, que conservan, a pesar de
los golpes de la vida, la ilusión de amar y ser amados para siempre.
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