EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

lunes, 11 de abril de 2016

HOY...LA EXHORTACIÓN

AMORIS LAETITIA


Ya está aquí la esperada exhortación del Papa Francisco tras dos sínodos sobre la familia. Una vez más nuestro Pontífice nos sorprende por su humanidad y su realismo. En la sociedad actual la familia se enfrenta a unos problemas y retos que podrían contraponerse a la visión doctrinal cristiana. Por ello, el Papa Francisco propone discernir los problemas, abordarlos, analizarlos y poner en su solución cosas concretas, sin prisas en el tiempo, pero siguiendo un proceso. Partiendo de la base de que no hay soluciones mágicas ni milagrosas, pero provocando un importante cambio de actitud que da una luz y  unas vías de salida a aquellas familias y a sus individuos que hasta ahora, solo podían ver oscuridad. El Papa no hace más que llevar a sus últimas consecuencias la palabra mágica de su pontificado hasta ahora: MISERICORDIA. Lo define como la "lógica de la misericordia pastoral", es decir el amor incondicional del Padre. Con ello no modifica ni una coma la doctrina, pero sienta unas bases firmes para un determinado comportamiento de la sociedad cristiana, sobre todo, pero también para la sociedad en general. Esta exhortación es para todos aquellos hombres y mujeres que, por cualquier motivo, se sienten desamparados, heridos, solos, manejados por olas de un mundo individualista, insolidario y excluyente con los considerados débiles, dentro del ámbito familiar.
Su título "Amoris Laetitia", la Alegría del Amor no es gratuito, es una entusiasta invitación al papel que la familia debe desarrollar hoy, pues en el primer punto ya dice que "a  pesar de las numerosas señales de crisis en el matrimonio, el deseo de la familia permanece vivo". Y es una expresión más de la importancia que la alegría debe tener en el corazón cristiano.
Su lectura debe invitarnos primero a la reflexión y luego a la acción, no podemos decir que no se nos invita a un discernimiento de lo que en ella se dice. Y, como aconseja el Pontífice, leerlo con tranquilidad, no precipitarse en su lectura. Hagámoslo.

1 comentario:

  1. GRACIAS Santo Padre por estas reflexiones que tanto necesitamos en nuestros días.

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