SABER VER
Apartar, separar, discriminar, priorizar, percibir con
claridad lo bueno de lo malo, lo que nos eleva de lo que nos hunde, lo que nos
energiza de lo que nos devora claridad y voluntad.
Intentemos a diario brindarnos ese rincón de lavado
interior, de limpieza del alma, de cerrar los ojos y permitirnos sentir,
visualizar con realismo, lo que nos está lastimando, y sin buscar entender
mucho simplemente prescindir de eso.
El acto de desprendimiento de aquello que nos daña a
veces requiere un esfuerzo descomunal, porque muchos han generado mucha
dependencia con ese aspecto (lugar, persona, situación) de sus vidas. Pero ya
es tiempo de VERLO, ser conscientes, y actuar en consecuencia.
El tiempo corre en los relojes de arena, en los de
cuerda, y en los digitales, no hay nada ni nadie que frene tu reloj, tu vida
sigue sin frenos elije los mejores pasos a seguir, los que impliquen calidad y
calidez en tus días, limpia tu mundo interno, aférrate con fuerza de aquello
que te libera, te eleva, te deja ser tú mismo, y te empuja a seguir el
recorrido más liviano y por qué no… con la sonrisa propia del deber cumplido.
Que este tiempo de Cuaresma hay sido propicio para
encontrarte contigo mismo, con tus hermanos y con el Señor.
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