EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

sábado, 30 de noviembre de 2013

HOY HABLAMOS DE...

EVANGELIO Y MORAL


San Marcos (considerado cronológicamente el autor del más antiguo Evangelio, de los cuatro Evangelistas), comienza su obra de esta forma: Comienzo del Evangelio de Jesús Cristo, Hijo de Dios. Y, al final, se escuchan las palabras de este Jesús: Id al mundo entero y proclamar el EVANGELIO  a toda la creación. Evangelio es la palabra que trazó el arco de la vida de Jesús y pasa  a la Iglesia. Para este evangelista la palabra Evangelio es esencial. Si no entendemos esta palabra, no podremos captar la sencillez y la transcendencia de este libro que es, con todos sus detalles, enormemente teológico. 
El Evangelio es la irrupción del acontecimiento más grande que Dios ha creado fuera de sí mismo, derramando su infinito y gratuito amor a los hombres, y que se inicia con Jesús, en la plenitud de los tiempos salvíficos de Dios, y que está pidiendo al hombre la entrega incondicional y amorosa, saliendo de sí mismo y creyendo en ese mismo Evangelio. Con este anuncio comienza la nueva creación, superior a la creación inicial de los tiempos. Esta nueva creación es el Reino de Dios que está irrumpiendo como una inmensa riada sobre la humanidad.
De este soberano anuncio de Jesús nace un determinado tipo de comportamiento: la moral que debe existir en el Reino de Dios, que se inicia.
¿Qué es la moral? En 1Tes 4,2 está la respuesta: "Las instrucciones de parte del Señor Jesús". Es una moral revelada, no una moral natural. Se trata de definir los comportamientos que cuadran con el estilo de Jesús. La moral "cristiana" no es el comportamiento según la recta razón (que se supone); es más, es el comportamiento del discípulo de Cristo de acuerdo a lo que él ha vivido y enseñado. 
Vamos aponer un ejemplo muy actual: QUÉ ES MORAL Y QUÉ ES EVANGELIO EN EL DINERO.
El dinero es necesario, sin duda. Luego si es necesario, es bueno, es correcto. Por tanto, si es bueno, hay que administrarlo, cultivarlo, trabajarlo. Es muy bueno promover las fuentes del dinero y la producción, y se alaba a quiénes han progresado económicamente gracias a su esfuerzo y trabajo. Todo esto es perfectamente moral. Y la Iglesia tendrá que construir sensatamente una moral del dinero.
El problema es que Jesús no es un moralista. Y su simpatía por el dinero es más bien escasa. Sobre todo si sirve para la desigualdad y el enriquecimiento a costa de otros. Para este elemento utiliza una frase demoledora: "No podéis servir a Dios y al dinero" (Lc 16,13). Esto es hablar Evangelio. Es desde este EVANGELIO donde  habrá que hacer una moral del dinero.

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