HOY... REFLEXIONAMOS

SEMANA DE LA FAMILIA

La reciente XXXII Semana de la Familia celebrada en la Diócesis de Valladolid, ha dejado unas reacciones encontradas.

Por un lado, las brillantes exposiciones de todas las ponencias, en las que cada una desde su carisma han mostrado las diferentes y positivas visiones que sobre la familia y su encaje en la sociedad actual son necesarias.

Haciendo un sucinto resumen de cada una podemos comentar:

- En su ponencia-charla, D. Luis Argüello desgranó con su habitual brillantez la posición y misión de la familia como núcleo esencial de convivencia humana. Haciendo referencia al famoso libro de la Modernidad Líquida y apoyado en textos de Amoris Laetitia, , D. Luis defendió y mostró los recursos  sólidos del matrimonio y la familia, de donde deben salir los cimientos de la nueva sociedad que está naciendo.

- El coloquio-mesa redonda  de los catequistas evidenció las enormes posibilidades pastorales que aún quedan por cubrir, muy especialmente en las llamadas "periferias" por el Papa Francisco, entre las que con muy buen criterio se deben incluir todas las capacidades humanas.

- Especialmente brillante y emotiva fue la charla de D. Antonio López, fundador de Instituto de Estudios Familiares (IDEFA), que aunque dirigida al importantísimo papel de los abuelos en la transmisión de la fe, fue una aclaradora presentación de las diferentes etapas de evangelización, empezando como hijos, continuando como  padres y abuelos.

- Carlos Hevia Aza, profesor y Coach, en su ponencia "El Despertar de la FuerzaAmor-Fe", habló directamente a los profesores allí congregados de la necesidad de buscar y lograr una mejor educación integral a las nuevas generaciones, haciéndolo desde la más poderosa fuerza existente: el Amor. Con un impresionante despliegue de medios audiovisuales logró contagiar a los asistentes con su palabra más repetida:  EMOCIÓN.

- El viernes, el concierto celebrado en las Huelgas llenó de música emotiva y meditadora, demostró el tremendo poder que las notas musicales tienen sobre el alma humana.

- La Semana de la Familia terminó con la Jornada de Convivencia de la familias en el Seminario, donde se jugó, se rezó y se comió en comunidad, tal y como ser y mostrar la Iglesia al mundo actual.

Desgraciadamente, el esfuerzo y la aportación realizada por muchas personas no se vieron acompañadas por unas masivas asistencias a los diferentes actos. Quizá sea un buen momento para que, TODOS, nos interroguemos sobre el papel que, de forma individual, queremos representar y estamos dispuestos asumir en la sociedad que estamos construyendo, ya que cuando se ponen los medios y las oportunidades de mejora, formación y motivación, la respuesta es tan tibia que debe llevarnos a reflexionar de porqué la voz de la Iglesia y sus integrantes no sea lo poderosa y  vibrante que debería ser.